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Mi casita de muñecas

¡Buenas a todos!

Hace un montón que no aparezco por aquí, pero es lo típico: me había propuesto mantener una actividad más o menos constante en el blog, subiendo todos los proyectos que tengo hechos, pero entre el trabajo y otros menesteres, a lo que se suma la pereza, al final, nunca subo nada. Pero bueno, aquí estoy y hoy vengo a presentaros mi casa de muñecas.

Creo que este tema se merece una introducción explicando los orígenes de este hobbie. Todo comenzó siendo un juego cuando era niña. En uno de mis cumpleaños, tal vez el de cinco o seis años (yo en realidad no me acuerdo de esto), me regalaron un juego de muebles de salón para casas de muñecas. Pero yo no tenía ninguna casita, así que mi padre me construyó una con paneles de madera a imagen y semejanza de nuestra propia casa, en la que vivo desde que nací. Sin embargo, esta «casita» era un trasto que no cabía en ningún lado. Así que mi padre me la remodeló para hacerla vertical. Poco a poco, mis padres y los Reyes Magos me fueron trayendo más muebles para mi casita, pero yo en ella yo lo único que hacía era jugar; de hecho, los «habitantes» de mi casa eran una mini Barbie y un mini Action Man, que veían con el Happy Meal, un muñeco azul que llegó en una caja de cereales, y otra muñequitas, que también llegarían con los cereales, o algo similar (aún los conservo por ahí).

Después, a medida que fui creciendo, yo misma buscaba detalles para mi casa de muñecas, y poco a poco quise ir cambiando los muebles por otros más buenos y más bonitos. En definitiva, la casa dejó de ser un juguete para llegar a ser una auténtica casa de muñecas con todos sus detalles.

Entonces, llegados a este punto, me di cuenta de que mi casa no estaba hecha a escala 1:12, que es la medida más habitual para casas de muñecas. Con lo cual, decidí que tenía que hacer la casa desde cero. De eso hará unos 8 años, y desde entonces no he parado de trabajar en ella, aunque durante algunas temporadas las «obras» de mi casita han estado completamente paradas por los estudios y demás.

Y este verano, con la ayuda de mi padre, hemos terminado (por fin) lo que viene siendo la estructura de la casa: es decir, le hemos puesto la fachada con todas sus ventanas, que han sido compradas en varias tandas. Primero compré una pequeñita hace un montón de años, para ir viendo qué tamaño tenían y cómo quedarían; ésa es la del primer piso de la fachada lateral, que es el baño. Después, mis padres en uno de sus viajes a Barcelona, compraron todas las de la fachada, menos la más pequeña. Y por último, cuando decidí que iba abrir ventanas también en la fachada lateral, mis padres, en otro de sus viajes a Barcelona, compraron tres ventanas más en una tienda que tengo ganas de conocer, que se llama Evolve Miniatures. Por desgracia, en Sevilla no hay tiendas especializadas en casas de muñecas, :(.

A la fachada le he dado un estilo sevillano: pared blanca con cornisas en rojo teja.

Y éste es el resultado:

 

¡A mi me encanta cómo ha quedado! ¿A vosotros qué os parece? 🙂