Para inaugurar este blog, he decidido mostraros en primer lugar el trabajo de encuadernación artesanal del que más orgullosa estoy hasta el momento: un álbum de fotos que realicé para regalárselo a mi prima por su 18 cumpleaños el pasado diciembre.
Al principio, cuando empecé a elaborar la idea en mi cabeza, mi planteamiento era imprimir las fotos que seleccionase y luego pegarlas en el álbum, el cual lo haría con papeles bonitos. Sin embargo, luego preferí preparar las hojas del álbum con sus fotos y sus pies de fotos en el ordenador, en un Word, y luego imprimirlas en papel fotográfico para que las fotos no perdieran calidad. De todas formas, no puse por ordenador toda la información sobre las fotos, ya que quería escribir a mano las cosas más importantes. El formato que usé fue el de un A4 apaisado, aunque al guillotinarlo pedí que lo cortaran un poco más de lo habitual para que quedara algo más pequeño que un A4.
El álbum lo estructuré por temas, ya que no quería que fuera un álbum clásico de fotos en orden cronológico. Me gustaba más la idea de coger todas las fotos que tuviéramos ella y yo de la playa, por ejemplo, y ponerlas juntas, independientemente del año en que fueran tomadas. Además, había muchas fotos que se repetían cada año en el mismo lugar, y esas debían aparecer juntas, para ver la evolución que habíamos sufrido. Así pues, hice como capítulos de eventos familiares, las Navidades, el verano, etc.
A continuación, pasé al cosido, que, al ser hojas sueltas, utilicé el de diente de perro. Para las guardas usé un papel grueso de color marrón, que le daba un toque elegante.
Una vez cosido el álbum, había que meterlo en tapas. La tapa trasera la forré entera con tela verde, que también cubría el lomo y unos 3 cm de la tapa delantera; y el resto de la tapa delantera va forrada en tela azul y un papel de agua artesanal que compré en Florencia. La idea de cómo decorar las tapas surgió a raíz de este precioso papel: quería usarlo pero tenía un tamaño demasiado pequeño para cubrir una tapa entera, o incluso para una holandesa, así que utilicé el papel en la tapa delantera hasta donde llegó, y el resto lo cubrí con tela de dos colores diferentes que combinasen con el papel, y el resultado fue increíble. Luego, añadí sobre la parte azul un número 18 de madera y una pequeña mariposa, también de madera.
Por último, decoré el interior del álbum con adornos de scrapbooking para rellenar los huecos en blanco que quedaban entre las fotos, y además, darle un aire más divertido al álbum.
Aquí os dejo un par de fotos del álbum. Quería subir un pequeño video enseñando el interior del álbum, pero, al parecer, en la versión gratuita de wordpress, eso no es posible, jajaja.

¡Espero que os guste! 🙂